
Logramos que se condene a un Doctor de Urgencias como responsable de la muerte de un paciente por imprudencia, y que indemnice a nuestros clientes en la suma de 85.000 euros.
El Doctor acusado se encontraba desempeñando sus funciones asistenciales en Urgencias, cuando se personó en el domicilio de un paciente ante el aviso de emergencia por los síntomas que presentaba, consistentes en dolor torácico brusco y calambres en sus miembros. Y ante estos síntomas, fue erróneamente diagnosticado por el Doctor de “crisis de ansiedad”, y le suministró un medicamento tranquilizante, sin establecer otros diagnósticos diferenciales, ni acordar el traslado del enfermo a un centro asistencial adecuado para la realización de otras pruebas diagnósticas.
En escasos minutos, el paciente perdió la conciencia por fuertes convulsiones, acudiendo al domicilio una ambulancia, e intentando otros profesionales su reanimación manual y posterior reanimación y estabilización eléctrica sin conseguirlo. Siendo finalmente el paciente trasladado al hospital, en donde le detectaron la ausencia de reflejos tronco-encefálicos con diagnóstico principal Síndrome Coronario Agudo con elevación del ST (Infarto), produciéndose su fallecimiento por parada cardiorrespiratoria.
Nuestros clientes eran la madre y la pareja del fallecido, con la que mantenía una relación de afectividad, y con la que había convivido como pareja estable durante más de veintidós años.
El Despacho, constituido como acusación particular finalmente consiguió probar ante el Juzgado de lo Penal número 11 de Valencia, que el Doctor acusado había sido el responsable de la muerte del paciente por imprudencia. Y logró que le condenaran penalmente, y que indemnizara a sus clientes en la suma de 85.000 euros en concepto de daños morales causados, más los intereses legales correspondientes.